No podía imaginar que algo tan simple como la brisa en la cara pudiera ser tan imprescindible. Subí a cubierta, he dejado atrás ese obsesivo sueño, vuelvo a dormir sin horrores ni sudores fríos, vuelvo a descansar,a pensar con algo de claridad. No me hacía a la idea de la inmensidad del barco en esos pasillos, todos iguales, angustiosos. He visto un amanecer, creí que mis ojos no podrían soportar tal claridad. La oscuridad del interior se me hace cada vez más densa, aunque siento que mi visión se parece cada vez más a la de un ser nocturno. Para mi cerebro esa penumbra es abrumadora e insoportable.
¿Por qué no he encontrado tripulación, pero sí comida y medicamentos para sobrevivir? ¿Estamos solos tú y yo? Creo que sólo quiero saber por qué estoy aquí, no logro recordar cuál era mi misión.
Quisiera tener alguna esperanza con ese transistor. No puedo evitar ser pesimista.
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